Había tres caballeros, todos de una amistad,
que con otro, vecino, tenían enemistad:
que grado lo mataran, de tener libertad;
en darle mala muerte ponían su voluntad.
Tanto pidieron ellos revolver y buscar
que un día que iba solo, según su barruntar,
écharonle celada, queríanlo matar:
mas lo querrían tener gran haber gaar.
El otro, que entendía que lo querían matar,
de modo alguno osó con ellos acampar;
empezó a huir, porque quería escapar,
moviéronse luego ellos, fuéronlo a encalzar.
El que iba huyendo con muy grande pavor,
pasó por una iglesia, de que hubo gran sabor:
era de la Gloriosa, levantada en su honor,
y en ella se escondió, mezquino pecador.
Los que lo perseguían que lo queán matar,
no tuvieron vergüen del sagrado lugar:
lo quiso la Gloriosa y Dios desamparar,
y viniéronle el alma de su cuerpo sacar.
Adentro, y en esa iglesia a la Virgo sagrada,
allí fue esta persona muerta y alvorada.
Túvose la Gloriosa por muy mal afrentarada,
y a los que la afrentaron no ganaron ahí nada.
La Reina de gloria túvose por prendada
porque su iglesia fue de tal modo violada;
de corazón pesóle, se sintió despechada,
y demostróles luego cómo estaba de airada.
Envió Dios en ellos un fuego infernal
que no ardía y quemada como el de San Marcial.
Quemábales los miembros de maera mortal,
decían a gran voces: " Santa María, nos val!"
Con esta majadura estaban muy maltrechos,
perdás pies y manos, quedaban contrahechos,
las piernas y los brazos bien cerca de los pechos;
iba Santa María cobrando sus derechos.
Los pueblos lo entendian, y ellas no lo negaban,
que habían merecido todo cuanto penaban,
por no considerar, mientras que las violaban,
las virtudes sañosas que ahora los majaban.
Cada día empeoraban hasta más no poder;
los santos ni las santas no les querían valer;
decidiéronse entonces- antes debían hacer-
volverse a la Gloriosa que los hacía arder.
Rogándola cayeron delante de su altar,
llorando de los ojos cuantos podían llorar
decían : "Madre Gloriosa, digna a nos perdonar,
que no encontramos otros que nos pueda prestar.
Si merecimos mal, ricamente pagamos:
no nos saldrá de mientes mientras vivos seamos
Madre, si nos perdonas, muy bien te lo otorgamos,
que en tu iglesia jamás fuerza nunca te hagamos.
Madre, te dan buen precio porque eres piadosa;
siempre tienes piedad, aún cuando estás sañosa.
Madre llena de gracia, perdón por esta cosa;
danos buena respuesta, templada y bien sabrosa.
Madre,estamos repisos del yerro que te hicimos;
erramos duramente gran locura trajimos;
tuvimos gran quebranto, mayor lo mercimos,
pero hemos pechado lo quea escote comimos.
Madre, si no nos vales, de ti no partiremos;
si tú no nos perdonas, de aquí no nos iremos.
Si tú no nos socorres, en nada confiaremos,
que sin ti de esta fiebre librarnos no podemos."
La Madre Gloriosa, solaz de los cuitados,
no deseñó el gemido de aquellos lacerados:
no cató ni sus méritos ni cató sus pecados,
a su mesura, y valió a los quemados.
Esta dueña piedosa que estaba ates airada,
fue perdiendo la ira y fue más amansada;
la saña que tenía les fue al fin perdonada,
y la engermedad todo fue luego terminada.
Amasaron los fuegos que los hacían arder,
tenían mayor remedio que el que solían tener,
sentían que la Gloriosa los solían acorrer,
lloraban del gran gozo, no sabían que hacer.
Amasaron los fuegos, perdieron los dolores,
mas nunca de sus miembros quedaron bien señores:
siempre fueron contrahechos, siempre mendigadores,
siempre se proclamaban muy grandes pecadores.
Con esta mejoría que Dios les quiso dar
fueron luego al obispo su absolución ganar;
hicieron confesión como era de esperar,
llorando de los ojos, mostrando gran pesa.
Maestrólos el obispo, oyó su confesión,
entendió que venían con buena contrición,
dióles su penitencia, después la absolución
de todo lo ál pasado, después su bendición.
Sobre las romerías que les mandó andar,
las muchas oraciones que les mandó rezar,
les mandó para siempre a sus cuestas llevar
las armas con que fueron la iglesia a quebrantar.
Estas penitenciales, cuando fueron maestrados
y fueron luego absueltos de todos sus pecados,
se separaron todos, tristes, desconsolados;
fueron a sendas partes de sus armas cargados.
A sendas partes fueron, juntos ya no estuvieron,
y según mi creencia ya nunca más se vieron,
nunca más bajo un techo los tres juntos yacieron;
lo que mandó el obispo de corazón cumplieron.
Si en hacer la enemiga fueron bien inspirada:
en hacer penitencia fueron bien inspirados:
sin mirar el dolor andaban lacerados,
pasando malas noches y días negros cerrados.
Si en hace el pecado ciego y botos fueron,
muy firmes y devotos luego lo ompusieron;
fueran muchas o poco los díasque vivieron,
siempre sobre sus carnes penitencia tuvieron.
De todos tres el uno, muy flaco y lacerado,
hasta Andfridi llegó como dice el dictado:
hospedosó en la villa, albergue le fue dado
por una mujer santa que lo tuvo hospedado.
Contóles a sus huéspedes toda esta aventua,
de cómo en una iglesia hicieron desmesura,
cómo Santa María tuvo de ellos rencura,
y cómo se perdían de mala calentura.
Temiendo que su dicho no le sería creído,
delante muchos hombres quitóse su vestido,
y les mostró un hierro que traía escondido
ceñido a la carona, correón desabrido.
Podría tener de ancho una media palmada;
cerca del hierro estabala carne muy hinchada,
la que yacía debajo toda estaba quemada;
marchóse el otro día, bien por la madrugada.
Quedáronse los hombres todos maraavillados,
que oían fuertes dichos, veían miebros dañados;
doquiera se juntaban mancebos o casados
todos hablaban de eso, jóvenes o barbados.
Este milagro fue luego escrito y notada para
para evitar que fuese en el olvida echado:
cogieron muchos miedo de caer en tal pecado,
de quebrantar iglesia o lugar consagrado.
Tal es Santa María, lo podeís entender:
sabe a los que mal andan en mala red coger;
sobre los convertidos mercedes sabe hacer:
muchos son los ejemplos que de esto podéis ver.
Tantos son los ejemplos que no serían contados,
que creen cada día - diciendo los dictados-:
cien por cada uno de éstos, son diezmos mal echados.
Ella suplique a Cristo por los pueblos errados.
CAPITULO VEINTIUNO DE COMO UNA ABADESA FUE PREÑADA, Y POR SU CONVENTO FUE
ACUSADA, Y DESPUÉS POR LA VIRGEN LIBRADA
-
Amigos y señores, compaña de prestar,
ya que os quiso Dios traer a este lugar,
si quisierais aún otro poco esperar,
de otro milagro más os querría yo hablar....
Hace 11 años
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