BERTROL

miércoles, 18 de diciembre de 2013

Capítulo Treceavo El Nuevo Obispo

En la misma ciudad había un buen cristiano,
tenía nombre Jerónico, era misacantano,
había a la Gloriosa servicio cotidiano
los días y lasnoches, en inverno y verano

Vino por aventura el obispo a afinar
no se podían por nada sobre el nuevo acordar;
tuvieron triduano, querían a Dios rogar
para que Él les mostrase a quién debían nombrar.

A un hombre católico y bien de religión 
hablóle la Gloriosa y le dijo en visión:
"Varon, ¿por que seguís en esta disensión?
En mi creendero debe recaer la elección."

Díjole el hombre bueno para estar bien certero:
"¿Quién eres tú que me hablas, y quién el creendero?"
"Yo soy - le dijo Ella - la Madre de Dios vero;
Jerónimo le dicen al que es mi clavero.

Sé tú mi mensajero y lleva este mandado:
Yo te mando que sea al puento ejecutado.
Si ál hace el cabilo,será mal engañado,
y no será mi Hijo  de su hecha pagado".

Él lo dijo, y creyéronlo esto los electores;
de quién fuese Jerónimo no eran sabedores;
metieron por la villa hombre barruntadores:
darían buena albricia a los demostradores.

Hallaron a Jerónimo, preste era parroquial,
hombre sin grandes nuevas, sabía poco de mal;
de la mano llevarónlo a la sea catedral,
diéron por pitanza la silla obispal.

Y siguiendo el mensaje que dio Santa María 
lo nombraron obispo y señor de Pavía;
tuvieron de esto todos gran sabor y alegría,
que venían que la cosa venía por venía por bueno vía.

Fue un obispo muy buen y pastor derechero,
león para los bravs, con las manos cordero;
guiaba  bien, no como soldadero,
mas como pastor firme, el que está bien facero.

Guióle sus asuntos Dios, Nuestro Señor,
tuvo bueno la vida, y el fin mucho mejor :
al salir de este mundo fue al otro mayor, 
guiólo la Gloriosa Madre del Creador.

Madre que es tan piadosa sea siempre alabada,
sea siempre bendito, sea siempre adorada,
pues pone a sus amigos en honra tan granada
y su misericordia no sería comparada.  

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